La sudoración excesiva es un trastorno de las glándulas sudoríparas en las manos, pies, puede aparecer en la cara, exceso de sudor en la cabeza y casi siempre acompañado por la axilas.
Aparece de repente, sin causa aparente y produce molestias en la persona que la padece. Generalmente afecta a la vida diaria y en muchos casos causa estrés y ansiedad. Así que vamos a indicar las causas y los mejores tratamientos para aliviar los síntomas.
Que es sudoración excesiva
Una persona que suda mucho no tiene por qué padecerla. Se considera hiperhidrosis primaria al exceso de sudoración sin motivos, cuando no se está realizando ejercicio o el metabolismo está acelerado por un estado de alerta, es decir, en reposo.
La cantidad de sudor varía en cada persona. Algunas tenemos mayor cantidad de sudor en la espalda, otras lo sufren en las manos llegando a mojar lo que tocan, algo que supone un engorro y dificulta el trabajo de oficina, de albaranes o el intercambio de dinero y, otras tienen sudoración excesiva de pies.
En sí no hay un área establecida para la hiperhidrosis o el exceso de sudor. Puede aparecer en una zona del cuerpo o extenderse por varias.
Causas de la sudoración excesiva
Hay catalogados diferentes orígenes y desencadenantes de esta afección y, según esta recibe el nombre de primaria o secundaria. En función de esto puede establecerse un tratamiento y atajar los síntomas con diferentes medidas y fármacos. Así que es importante establecer las causas de la sudoración excesiva:
- Mal funcionamiento de la glándula tiroidea o pituitaria.
- Infección.
- Diabetes mellitus.
- Tumor.
- Menopausia.
- Efectos secundarios de medicamentos.
- Encefalopatía de Wernicke.
¿Si sudo mucho tengo hiperhidrosis?
No todas las personas que sudan mucho la padecen. Sólo algunas. Este trastorno tiene que diagnosticarlo un médico aunque antes de que llegue el diagnóstico la persona ya es consciente de su problema ya que afecta a la vida diaria. Incomoda en las relaciones personales y en el trabajo.
Tipos de sudoración
En este apartado consideramos todas las que son con exceso, es decir, que una persona que suda mucho por hacer deporte o realizando una actividad no estará contemplada dentro de esta tipología. En cambio, aquí sí que estarán las personas con un funcionamiento anómalo de las glándulas sudoríparas. Así que vamos a ver los tipos de sudoración excesiva:
- Hiperhidrosis primaria.
- Hiperhidrosis secundaria.
- Profusa.
- Con la menopausia.
- En manos.
- Pies.
- Axilas.
- Cara y cabeza.
- Fría.
- Con mareos.
Hiperhidrosis primaria
Es aquella que aparece en la infancia o la adolescencia. No tiene una causa justificada y no es detectado un origen.
Hiperhidrosis secundaria
Aparece como efecto secundario o reacción a diferentes enfermedades y trastornos glandulares.
Algunas personas desarrollan un exceso de sudor, tienen sudoración fría y repentina a partir de un trastorno de tiroides.
Otras pueden desarrollar los síntomas mientras tienen una infección de diverso grado, o incluso sudar mucho después. En este caso también se sitúan los pacientes de diabetes mellitus y los oncológicos.
Sudoración profusa
Conocida como transpiración es la liberación de líquido salado a través de los poros de la piel, las axilas, la cara, el cuero cabelludo y las plantas de las manos y pies.
La sudoración profusa hace referencia al exceso de transpiración del cuerpo humano. Como consecuencia de ello, el sudor, el líquido que expulsa el organismo contiene sales minerales, amoniaco, tóxicos orgánicos y mucha agua.
La sudoración profusa puede ser repentina y es una anomalía del organismo ya que se produce cuando no es necesario refrigerar el cuerpo o, en todo caso, no con tanta intensidad.
La transpiración es común a todos los humanos. Recibe el nombre de diaforesis en el entorno clínico. Puede producirse por estrés, excitación o aumento de los estímulos del sistema nervioso simpático que activa las glándulas sudoríparas.
Por la noche
Cuando dormimos no es habitual sudar excepto que la temperatura sea elevada o estemos demasiados abrigados. También sucede en los casos en los que tenemos sueños o pesadillas muy vívidas, pero como norma general durante el tiempo de descanso no es necesario que las glándulas que producen el sudor estén activas.
Cuando aparece la sudoración nocturna puede ser debido al periodo de incubación de un catarro o resfriado. Si es pasajera no hay que tratarla ya que desaparecerá en una o dos noches por sí sola. Si no es así, debes hablarlo con tu médico para que pueda diagnosticar si realmente padeces hiperhidrosis y sus causas.
Excesiva sudoración durante la menopausia
En este periodo de la vida es muy frecuente sudar y sentir rubor sin causas aparentes. Todo el sistema hormonal de la mujer sufre una transformación y las señales del organismo producen reacciones no deseadas. Los calores y la sudoración repentina son comunes y pueden darse en axilas, pecho, bigote y toda la cara.
Generalmente después de un cierto tiempo desaparecen los síntomas ya que la causa de la sudoración excesiva, la menopausia es superada.
Con mareos
Ante este tipo de situaciones hay que tener cuidado ya que podría tratarse de diferentes trastornos o enfermedades.
Es muy común sudar mucho y notar mareos con crisis de ansiedad pero también cuando aparece un cuadro de hipoglucemia. Así que lo mejor es calmarse y tratar de descubrir que es lo que realmente trata de indicar el organismo.
Cuando hay mayor nerviosismo o ansiedad hay un aumento de adrenalina y noradrenalina. Estas hormonas elevan la presión arterial y el ritmo cardiaco y activan la subida de glucosa en sangre ya que es previsible necesitar hacer un esfuerzo físico inmediato.
Lo que sucede es que la ansiedad no siempre está relacionada con una situación de peligro real y la sudoración de manos y pies no viene a cuento si realmente no hay un movimiento fuerte.
Tratamiento para la sudoración excesiva
Las personas que tienen un exceso de sudoración pueden probar diferentes soluciones y remedios. Una de ellas es utilizar cloruro de aluminio concentrado para que tenga efectos potentes contra la transpiración. Este elemento es antitranspirante, evita que se produzca el sudor y por la tanto el mal olor y la humeda, algo que los desodorantes sin aluminio habituales no poseen. Aunque también está la opción de usar el antitranspirante perspirex para frenar la sudoración. Diseñado con varios niveles como sudor normal o plus. El resto de tratamientos para la sudoración excesiva son:
- Toxina botulínica.
- Simpatectomía.
- Lontoforesis.
- Uso de cloruro de aluminio hexahidratado.
- Medicamentos que invierten el efecto de la acetilcolina del organismo.
Si bien algunos tratamientos pueden funcionar, no todos tienen la misma validez y resultados en todas las personas. La lontoforesis es un tratamiento con corriente eléctrica sobre la piel que trabaja sobre las proteínas exteriores para que impidan la transpiración del conducto sudoríparo. La toxina botulínica tipo A puede utilizarse en las axilas. Aunque puede ir bien, sus resultados son limitados, alrededor de 4 a 6 meses y después es necesario repetir la infiltración de Botox.
Por otro lado, el uso del cloruro de aluminio es algo complejo debido a que puede existir riesgo de cáncer de mama cuando se usa mucho. Aunque no está demostrado es conveniente tener cautela.
La simpatectomía torácica endoscópica bilateral es un procedimiento quirúrgico, una operación que corta parte de los tubos de los ganglios para eliminar la sudoración excesiva en manos, axilas y cara. También funciona para combatir el rubor patológico.
Los medicamentos son una de las opciones más sencillas para tratar la hiperhidrosis aunque tienen el inconveniente de producir efectos secundarios. Algunas personas desarrollan sequedad de las mucosas de los ojos, nariz, boca y cefaleas. En cualquier caso, todas estas formas son evaluables por el especialista para recomendar la que mejor puede ir en cada caso.